Pues aunque a veces frunza el entrecejo
en señal de disgusto,
desazón interior.
Y ante ti muestre dureza de genio
y aspereza en el trato
y falta de sabor.
No es por ti, sino más bien por mi falta.
La falta no es defecto
y tampoco es error.
Representa la privación del alma;
si es carencia de algo,
es carencia de amor.